Irrefrenable se encuentra el clima de inseguridad en la ciudad ya que la madrugada de ayer fue ejecutado un agente de la Policía Municipal de un certero balazo en la cabeza y un niño y su progenitora heridos por la tarde durante un asalto violento.

Lo inexplicado de la cuestión es que al cierre de esta edición la Secretaría de Seguridad Pública Municipal no había hecho un pronunciamiento oficial o aportado información en torno a lo sucedido y tampoco la Procuraduría General de Justicia. 

De ahí que en forma extraoficial se obtuvo que en el cobarde atentado perdió la vida un oficial identificado con el nombre de Juan Gualberto Jáuregui Ruvalcaba, de unos 35 años de edad, mismo que estaba asignado en la subdelegación Los Pinos. 

La agresión armada se registró alrededor de las 05:30 horas de ayer cuando salía o llegaba a su residencia localizada en la calle Mexicas, número 8728, de la colonia Mariano Matamoros, en la delegación La Presa. 

Se presume que el criminal ya lo tenía plenamente ubicado debido a que sorpresivamente se le aproximó por la espalda para asestarle a corta distancia un impacto de bala en la parte posterior de la cabeza y de inmediato emprender la huida corriendo. 

En el momento quedó sumamente malherido por lo que fue trasladado a la Clínica 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social en donde expiró unos 30 minutos después. 

En la escena del crimen se sabe que fue recogido un casquillo percutido de pistola escuadra calibre 45 y se rumoró que los mismos municipales ya cuentan con información fidedigna referente a la identidad del criminal que lo privó de la vida de forma alevosa.

Compañeros de servicio del fallecido Jáuregui Ruvalcaba lo tenían en gran estima y aseveran que no tenían conocimiento alguno de que estuviera involucrado con bandas de "nacomenudistas", por lo que de momento es un enigma el móvil que derivó en su muerte. 

Al cierre de esta edición las autoridades municipales y estatales no habían proporcionado detalle alguno respecto al ajusticiamiento del policía, así como de otro hecho violento que se registró a plena luz del día y ante la mirada atónita de numerosos testigos. 

Alrededor de las 14:00 horas de ayer, una mujer no identificada y su pequeño hijo de 4 años de edad fueron baleados por uno de dos sujetos que los asaltaron y despojarlos de indeterminada cantidad de dinero que minutos antes habían retirado de un banco. 

La agraviada conducía un automóvil y al darse cuenta de que al retirarse la seguía una vagoneta Jeep Liberty con dos sujetos a bordo optó por ingresar a la llantera Agua Caliente, situada sobre el bulevar del mismo nombre, en la delegación La Mesa. 

Lo anterior, con la pretensión de eludir al dueto de forajidos quienes de forma impune ingresaron al lugar y uno de ellos portando un arma de fuego espetarle que abriera la puerta y como no obedeció estrellar de un balazo el vidrio de la ventanilla. 

Trascendió que el proyectil lesionó a la fémina en indeterminado lugar del cuerpo y en el brazo izquierdo al pequeño quien se encontraba en el asiento del copiloto y tras de lograr su objetivo el dueto de ladrones apelar a la fuga.

Como suele ocurrir en la mayoría de ese tipo de casos lograron burlar a las autoridades municipales y estatales a pesar del operativo de búsqueda en la zona, en tanto que los heridos fueron llevados a una clínica particular cercana al lugar de los hechos. 

Cabe decir que en lo que va del mes de mayo se ha documentado el deceso de dos menores de edad por impactos de bala y con este nuevo caso las lesiones a tres más y la cifra sigue en aumento ante la incapacidad de las autoridades para evitarlo.