WASHINGTON, DC.- Combatir a la pobreza, el calentamiento global, promover la paz y la justicia social, y erradicar al tráfico de drogas y redirigir el combate al narcotráfico y a la corrupción, fue el mensaje que dio ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) el papa Francisco, como parte de su visita a Estados Unidos.

“Sin pretensión de Exhaustividad, se puede mencionar la codificación y el desarrollo del Derecho internacional, la construcción de la normativa internacional de derechos humanos, el perfeccionamiento del derecho humanitario, la solución de muchos conflictos y operaciones de paz y reconciliación, y tantos otros logros en todos los campos de la proyección internacional del quehacer humano”, declaró Francisco ante la 70 Asamblea General de las Naciones Unidas.

A tan solo 24 horas después de haber hablado ante una sesión plenaria del Congreso federal estadunidense, y pedirle a los legisladores de este país darle un trato más humano y de equidad social a los asuntos que dividen a su población, a los líderes mundiales el Papa les pidió un compromiso muy similar.

“Tal necesidad de una mayor equidad vale especialmente para los cuerpos con efectiva capacidad ejecutiva, como es el caso del Consejo de Seguridad, los organismos financieros y los grupos o mecanismos especialmente creados para afrontar las crisis económicas. Esto ayudará a limitar todo tipo de abuso o usura, sobre todo con los países en vías de desarrollo”, apuntó el Papa.

Como parte de la gira que realiza por Estados Unidos y que concluye mañana 27 de septiembre en Filadelfia, Pensilvania, Francisco, el quinto Papa que habla ante la Asamblea General de la ONU, enfatizó en su encomio a la comunidad internacional en detener el avance de la pobreza y desigualdad entre sus poblaciones, así como el calentamiento global.

A estos dos problemas globales el Papa los responsabilizó de ser la causa de sufrimiento y de conflictos bélicos en muchos países, cuyas consecuencias está provocando una división global profunda, aunque el Papa acusó directamente y con mayor entonación a las instituciones financieras por su desdén que tienen para ayudar a detener el avance acelerado del nivel de pobreza.

“Los organismos financieros internacionales han de velar por el desarrollo sustentable de los países y la no sumisión asfixiante de estos sistemas crediticios que, lejos de promover el progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia”, subrayó el Papa.

En reconocimiento a la labor de las Naciones Unidas, el Sumo Pontífice aplaudió lo que ha podido hacer el organismo multilateral para resolver conflictos bélicos, defender los principios de los derechos humanos y combatir la hambruna en regiones como África. Sin embargo, el Papa no pasó de lado el hecho de que el Consejo de Seguridad no ha podido aprobar un mecanismo de ley internacional que conlleve a la pacificación del Oriente Medio.

“No faltan duras pruebas de las consecuencias negativas de las intervenciones políticas y militares no coordinadas entre los miembros de la comunidad internacional”, insistió el Papa.

En el sentido multilateral y como parte de los principios que defienden a la diplomacia como vía para la paz y no a la guerra, el Papa también resaltó que como garante de una negociación global, la ONU jugó un papel primordial para lograr el acuerdo con Irán, que prohíbe a este país el desarrollo de armas nucleares.

“El reciente acuerdo sobre la cuestión nuclear en una región sensible de Asia y Oriente Medio es una prueba de las posibilidades de la buena voluntad política y del derecho, ejercitados con sinceridad, paciencia y constancia”, matizó el Papa.

Con su acostumbrado tono de fraternidad, Francisco retó a los líderes del mundo a seguir combatiendo la discriminación y abuso de las minorías étnicas en el planeta, a quienes insistió se le debe dar más atención para que puedan salir de la pobreza y el asilamiento.

Hablado de los tantos problemas que enfrentan las naciones del globo, el papa Francisco habló de la guerra contra el narcotráfico y la corrupción gubernamental.