El Barcelona ganó un Clásico apasionante y también media Liga, ya que a falta de diez jornadas los de Luis Enrique aventajan en cuatro puntos al Real Madrid, que cayó 2-1 en el Camp Nou.

Los blancos, que llegaron al Camp Nou como víctimas tras unos primeros meses de 2015 decepcionantes, ofrecieron su mejor versión y controlaron el juego en muchas fases, pero el Barça se mostró mucho más efectivo en las áreas, con un Claudio Bravo muy seguro y dos tantos de Jeremy Mathieu y Luis Suárez que superaron el de Cristiano Ronaldo.

El Barcelona se apuntó el Clásico español, dando un paso no definitivo, pero sí importante rumbo al título.

El chileno Claudio Bravo tuvo oportunas atajadas en el marco blaugrana, quitándole al menos tres remates de gol a los de Madrid.

A los 12’, Karim Benzema recibió el balón en el área y cruzó para Cristiano Ronaldo, cuyo toque de derecha desde un ángulo cerrado dio en el travesaño.

Leo Messi apareció en un par de ocasiones que tuvieron un valor de oro pues en su cobro de falta desde la izquierda, al minuto 18, sirvió en bandeja el 1-0 de Mathieu, quien se zafó de la marca de Sergio Ramos y cabeceó con fuerza para superar a Iker Casillas. Sin embargo, el argentino no tuvo la presencia de otros partidos, relativamente bien aislado por el entramado defensivo del Madrid.

Tras el gol, el Madrid salió con todo y el partido se hizo de ida y vuelta, con salidas rápidas y opciones frente a los dos arcos.

El local estuvo a punto de aumentar la ventaja a los 30’, pero Neymar falló de manera increíble al llevarse por delante el balón con el arco a su disposición tras un remate defectuoso de Luis Suárez, por lo que Casillas logró conjurar el peligro.

El Real Madrid se fue hacia el frente. A los 31 minutos Luca Modric, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo encontraron un agujero en el eje barcelonista para conseguir el 1-1. CR7 igualó al conectar de primera superando a un rival tras una brillante habilitación de taco de Benzema.

Las cosas pudieron ser peores porque Piqué achicó una jugada en el área de Bale en la que estuvo impecable; y en la jugada posterior el árbitro anuló al galés un gol por un fuera de juego de Cristiano, quien cabeceó para la llegada de su compañero.

A los 42’, el chileno Bravo salvó su valla tras un cañonazo de Ronaldo, y a la salida del tiro de esquina Bale remató hacia fuera desde una posición inmejorable.

El visitante arrancó con todo el segundo tiempo, y Bravo volvió a ser clave con una gran atajada ante Benzema.

Solo cuando Sergio Busquets y Xavi Hernández entraron en el terreno de juego, a partir del minuto 75, pareció que Luis Enrique decidía echar un tanto el freno de mano y buscar algo más de control de balón, ya con el marcador a favor.

El Barcelona pudo hacer esta apuesta porque fue de nuevo el que encontró antes el camino del gol. No fue en una larga jugada de toque y generación de espacios. Por el contrario, Dani Alves envió un balón largo al área y Luis Suárez lo cazó de primeras para cruzar un remate con la derecha que a los 55 minutos valía el 2-1.

Pero el Barça aprovechó la primera que tuvo y se puso en ventaja a los 56’, cuando Luis Suárez dominó el balón entrando al área tras un pase de 50 metros de Dani Alves y definió cruzado ante Casillas.

Sin embargo, los blaugrana no supieron o no pudieron matar el clásico. En parte por la falta de acierto de Neymar, excesivamente individualista en alguna acción (66’ y 73’); tampoco Leo Messi ajustó del todo el punto de mira en el minuto 72’; y al final, Iker Casillas estuvo sensacional en dos intervenciones frente a Jordi Alba (85’) y el propio Leo Messi (86’).

Antes de estas dos jugadas, el Madrid estuvo cerca de igualar, pero Bravo volvió a lucirse a los 77’ al desviar un remate de Benzema con destino de gol.