Las fuerzas de seguridad egipcias desactivaron hoy tres potentes bombas de fabricación casera, en la provincia de Qaliubya, al norte de El Cairo, y frustraron un atentado contra un banco en la ciudad mediterránea de Port Said.
Según informó la agencia estatal egipcia, Mena, las bombas fueron encontradas junto al muro que rodea el Hospital Naser, en el barrio de Shubra al Jaima en Qaliubiya, cuyo perímetro fue tomado por las fuerzas de seguridad.
En cuanto a Port Said, las fuerzas de seguridad detuvieron a cuatro personas que planeaban hacer explotar una sucursal del Banco Suez, en el barrio de Al Sharq, a la hora de la ruptura del ayuno del mes sagrado musulmán de ramadán
Los cuatro arrestados portaban armas y dinero, y uno de ellos intentó fugarse de la comisaría saltando por el balcón, pero fue capturado y trasladado al hospital.
Estos incidentes se producen después de que la Coalición para la Defensa de la Legitimidad acusara a "los golpistas" (en alusión a los autores del golpe de Estado que el pasado 3 de julio derrocó al presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi) de planificar atentados con explosivos en distintas partes del país.
La coalición, que incluye a los Hermanos Musulmanes, explicó anoche que dispone de informaciones que indican que las nuevas autoridades egipcias tienen planes de llevar a cabo atentados para responsabilizar de ellos a los partidarios de Mursi.
En un comunicado, los islamistas reiteraron que las manifestaciones a favor de Mursi son pacíficas y que ese es "el secreto de su fuerza".
Para dar una salida a la crisis en la que se encuentra sumido Egipto, se han intensificado en los últimos días los esfuerzos mediadores internacionales, en los que participan los enviados de Estados Unidos, William Burns, y de la Unión Europea (UE), Bernardino León.